La gestión y operación eficiente de una red de riego requiere de sistemas de automatización y control que permitan llevar la información hacia y desde los elementos de operación hidráulica, y que muestren el estado de funcionamiento de la red de riego y de la propia red de comunicaciones. La supervisión y control de estos elementos, se realiza mediante el sistema SCADA. A continuación se describen las principales necesidades de automatización que se pueden presentar en las redes colectivas de riego.
Uno de los principales objetivos de la gestión del agua de riego es realizar correctamente esta regulación del recurso, con el fin de adecuarlos a las demandas. Para esta función es necesario disponer de depósitos de almacenamiento (balsas de riego). Además, las balsas facilitan la optimización del gasto energético. Se puede automatizar el funcionamiento en las balsas mediante la instalación de dispositivos que permitan conocer su nivel de almacenamiento y operar sobre sus válvulas de entrada y salida de agua. Para monitorizar las balsas de riego se suelen incorporar los siguientes dispositivos: sondas de nivel, sistemas antidesbordamiento, y sistemas de detección de fugas.
La automatización de la red de riego debe permitir conocer el estado de funcionamiento de la red en todo momento, así como actuar sobre las válvulas que regulan el paso de agua en cada línea o toma de riego. Normalmente la red de riego tiene una estructura ramificada, partiendo de la balsa de cabecera, que siempre que resulta posible se sitúa en cotas altas para dotar de suficiente presión a la red de riego. En este caso será necesario un sistema de bombeo que eleve el agua hasta la localización de la balsa. En caso de no disponer de cota suficiente en el embalse, resulta necesaria la instalación de una estación de bombeo directamente conectada con la red de riego (impulsión directa). El sistema de telecontrol de la red estará destinado a controlar remotamente los caudales, presiones y apertura y cierre de válvulas en los distintos puntos de interés de la red (hidrantes, derivaciones, bombeos, etc.). Además, se puede controlar otros parámetros de interés, como por ejemplo el pH y la conductividad eléctrica del agua de riego.
En los puntos de derivación de la red se necesita controlar la maniobra de apertura y cierre de las válvulas, así como realizar la toma de datos de los contadores. Estas actuaciones de control y toma de datos se realizan normalmente con una válvula hidráulica y un contador tipo Woltman. En ocasiones también se emplean sensores de presión colocados en puntos significativos de la red.
Punto de derivación en tubería secundaría
El funcionamiento de las estaciones de bombeo se puede automatizar a través de la instalación de un autómata programable. Se puede programar el arranque y parada de los grupos de bombeo o actuar directamente sobre ellos mediante control remoto. Además se suelen monitorizar los siguientes tipos de señales y parámetros: parámetros de consumo eléctrico, presión en los calderines antiariete, presión en la tubería de impulsión y en la de aspiración, alarmas, parámetros de la calidad del agua, sistemas de prevención y localización de fugas.
La aplicación de estas tecnologías presenta las siguiente ventajas: (a) un ahorro de agua por una mejorar la eficiencia de distribución; (b) conocer la trazabilidad del agua; (c) gestión transparente; (d) reducir la
conflictividad de los agricultores; (e) disminuir el consumo y coste
energético; y (f) evitar actos de vandalismo.
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