Introducción
En España, el regadío
se erige como un pilar fundamental para garantizar la seguridad alimentaria y
promover servicios ecosistémicos esenciales para la conservación de la naturaleza
y el bienestar de la sociedad. No obstante, este sector se está enfrentando a
grandes retos como la reducción de los recursos hídricos disponibles; unos
requerimientos de producción sostenible y calidad cada vez mayores; un
permanente incremento de los costes; y la competencia en un mercado global.
La relevancia del regadío y sus desafíos
El
sector agroalimentario español, en el que el regadío desempeña un papel
esencial, tiene un alto valor estratégico para la economía de nuestro país.
Contribuye aproximadamente al 10% del Producto Interior Bruto, y genera empleo
para más de 2,5 millones de personas. De acuerdo al Informe Anual de
Indicadores de Agricultura, Pesca y Alimentación 2023 el saldo comercial del
sector agroalimentario y pesquero ha sido de 15.472 millones de euros, la
balanza comercial más positiva de todos los sectores industriales de la
economía española. Además, los servicios ecosistémicos asociados al regadío
trascienden la producción de alimentos, abarcando aspectos como la regulación
de la calidad del suelo y del agua, el secuestro de carbono, el fomento de la
biodiversidad, la provisión de servicios culturales, la mejora del paisaje y el
mantenimiento de la vida rural. Por contra, el regadío emplea cerca del 80% de
los recursos hídricos disponibles, situándose en el centro de conflictos
territoriales y ambientales. Asimismo, la adopción de prácticas agrícolas
inadecuadas puede conllevar un considerable impacto medioambiental,
convirtiendo al regadío en una fuente potencial de contaminación difusa en
aguas superficiales y subterráneas, especialmente por el uso de fertilizantes y
productos fitosanitarios.
Conforme
a las conclusiones del XXXIX Congreso Nacional de Riegos, celebrado en octubre
de 2023, la agricultura de regadío en España se enfrenta a grandes retos:
(i) el cambio climático y las
sequias, cuya afección al sector se ha intensificado en las últimas décadas;
(ii) unos requerimientos de producción y calidad cada vez mayores; (iii) unas
expectativas de menor disponibilidad de agua; (iv) un permanente incremento del
coste unitario de los insumos, que no siempre pueden trasladarse al precio
final en origen; y (v) la competencia en un mercado global con distintas reglas
sociales, ambientales y arancelarias. Estos factores, en conjunto, están
afectando directamente el precio de los alimentos y, en consecuencia, la
capacidad adquisitiva de los consumidores.
Un
instrumento clave para hacer frente a estos desafíos es la planificación
hidrológica. Pese a ello, el último ciclo de planificación generó controversia,
especialmente en el levante español. Con la publicación en el BOE del Real
Decreto 35/2023, se aprueba la revisión de diversos planes hidrológicos, entre
ellos los de las demarcaciones del Segura y la parte española del Tajo. Esta
revisión ha dado lugar a una significativa reducción del Trasvase Tajo-Segura,
debido a la fijación de caudales ecológicos en el río Tajo superiores a los
mínimos establecidos por la Ley 52/1980. El Plan Hidrológico del Segura
advierte que, dadas las consecuencias, el escenario derivado de la aplicación
de dichos caudales ecológicos podría suponer un coste desproporcionado en términos
económicos, sociales y ambientales para esta demarcación.
Ante
este panorama, el regadío español se encuentra inmerso en un proceso de
evolución adaptativa. Durante décadas se ha avanzado en su modernización, en la
incorporación de recursos hídricos no convencionales (reutilización y la
desalación), la implementación de actuaciones para reducir el consumo de agua y
energía, el uso de energías renovables, la digitalización y la adopción de
nuevas tecnologías. Estos cambios han permitido aumentar la eficiencia en el
uso del agua, reducir las extracciones y optimizar la aplicación de
fertilizantes, lo que se traduce en una reducción de su impacto medioambiental
en las masas de agua.
Innovación y adaptación en la gestión
del regadío: el caso de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena
En
este contexto, la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena (CRCC) se ha
consolidado como un referente nacional e internacional, tanto en el uso de
recursos hídricos no convencionales como en la implementación de tecnologías de
última generación para la gestión del agua. Su regadío aporta un valor añadido
bruto de casi 2.800 millones de euros anuales y emplea a alrededor de 47.400
trabajadores a tiempo completo, representando el 37% del PIB de la comarca. Sin
embargo, la CRCC debe afrontar retos significativos, como la reducción del
Trasvase Tajo-Segura y la problemática medioambiental asociada al Mar Menor.
La
gestión integrada de las diferentes fuentes de agua es un pilar fundamental en
esta comunidad de regantes. A través de la explotación conjunta de las aguas
del trasvase, las regeneradas y las desaladas, que se mezclan en el Canal
Principal del Campo de Cartagena, se optimiza el aprovechamiento de las aguas
subterráneas y de las regeneradas procedentes de las EDARs (Estaciones Depuradoras de Aguas
Residuales) de costa, que dadas sus altas conductividades eléctricas no son
aptas para su uso directo en regadío. La integración de estos caudales evita
que estas aguas subterráneas y regeneradas, que de otra forma alcanzarían el
Mar Menor, puedan generar daños medioambientales.
El
proceso principal de modernización de la CRCC, realizado entre 1996 y 2010 con
una inversión total de 34 millones de euros, se ha continuado mediante el
desarrollo de aplicaciones web y móviles. Este avance tecnológico ha permitido
un control exhaustivo del agua utilizado por cada regante, posibilitando la
gestión remota de los riegos. El sistema de gestión de la CRCC integra diversas
unidades hardware/software que se comunican a través de una red de bases de
datos y aplicaciones. Entre las principales herramientas se destacan: CENTUR
(censo y gestión del riego), QGis (edición GIS), iFIX (control SCADA), BASE
(gestión contable), aplicaciones Web (Aplicación de la gestión y distribución
del agua, Aplicación celadores, Aplicación Gestión de Incidencias, WikiCRCC y
WebGIS) y las aplicaciones para móviles.
Como
resultado destacable, señalar que la eficiencia de distribución es muy alta en
esta comunidad de regantes, superando el valor medio del 96% para el periodo
2002-03/2023-24, estos valores implican un funcionamiento excelente del sistema
de distribución. Por otro lado, la instalación de conductímetros en la red de
distribución permite monitorizar en tiempo real la conductividad eléctrica del
agua de riego, asegurando la calidad óptima en los suministros.
Energías renovables y proyectos de
agricultura de precisión
La
apuesta por las energías renovables es otro de los pilares sobre los que se
sustenta la modernización del regadío en el Campo de Cartagena. En este
sentido, destaca la reciente instalación fotovoltaica flotante en la balsa de
la Trinchera, financiado por la Unión Europea a través del programa Next
Generation UE, con una cubierta compuesta por 2.340 paneles, que generan una
potencia pico de 1.287 kWp. La inversión total ascendió a 1.460.351,96 €, de
los cuales la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca de la Región
de Murcia contribuyó con una ayuda de 569.598,69 €. Este proyecto no solo contribuye a
reducir la dependencia energética de la CRCC, sino que también reduce la huella
de carbono asociada a la distribución del agua.
A nivel parcela, se han desarrollado actuaciones orientadas a la agricultura de precisión, destacando:
- Tecnologías de agricultura de precisión y control del acuífero. Este proyecto del gobierno regional, finalizado en septiembre de 2022, sobresale porque mediante 1.013 sondas distribuidas en 503 puntos monitoriza la humedad del suelo. Esta iniciativa favorece un aprovechamiento más eficiente del agua y de los fertilizantes, minimizando a la mínima expresión los lixiviados.
- Fertirrigación sostenible. Desde 2021, la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), en colaboración con la CRCC, ha implantado una plataforma informatizada para la gestión sostenible de la fertirrigación. Este sistema, que integra datos de diversos indicadores del estado hídrico del sistema suelo-planta-atmósfera, se complementa con imágenes multiespectrales para evaluar el desarrollo y estado hídrico de los cultivos.
- Recomendaciones de riego. Disponibles en la web de la CRCC, estas recomendaciones se fundamentan en herramientas como la Calculadora de Nitrógeno de la administración regional, el Sistema de Información Agrario de Murcia, en las recomendaciones de la UPCT de riego por cultivos y zonas de la CRCC (basadas en los datos de las parcelas demostrativas), y en un módulo específico de teledetección en el visor web del sistema de información geográfica (WebGIS). Además, se difunden videos divulgativos y cursos que promueven buenas prácticas agrícolas.
Conclusión
El
análisis del regadío en el Campo de Cartagena y, en extensión, en otras zonas
regables del país, revela un sector en plena transformación. La conjunción de
escasez hídrica, presiones medioambientales y la necesidad de competir en un
mercado global exige respuestas innovadoras y coordinadas. La integración de
diversas fuentes de agua, la modernización de infraestructuras y la apuesta
decidida por la tecnología y las energías renovables emergen como las claves
para garantizar la sostenibilidad y resiliencia del regadío en el futuro. Solo
a través de un enfoque holístico se podrá asegurar que el regadío siga siendo
un elemento clave en la seguridad alimentaria y en el desarrollo sostenible de
España.
Artículo publicado en la revista INDUSTRIAMBIENTE nº 58 de febrero de 2025
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