viernes, 14 de marzo de 2025

Artículo «Sostenibilidad y resiliencia del regadío: claves para el futuro»

 Introducción

En España, el regadío se erige como un pilar fundamental para garantizar la seguridad alimentaria y promover servicios ecosistémicos esenciales para la conservación de la naturaleza y el bienestar de la sociedad. No obstante, este sector se está enfrentando a grandes retos como la reducción de los recursos hídricos disponibles; unos requerimientos de producción sostenible y calidad cada vez mayores; un permanente incremento de los costes; y la competencia en un mercado global.


La relevancia del regadío y sus desafíos

El sector agroalimentario español, en el que el regadío desempeña un papel esencial, tiene un alto valor estratégico para la economía de nuestro país. Contribuye aproximadamente al 10% del Producto Interior Bruto, y genera empleo para más de 2,5 millones de personas. De acuerdo al Informe Anual de Indicadores de Agricultura, Pesca y Alimentación 2023 el saldo comercial del sector agroalimentario y pesquero ha sido de 15.472 millones de euros, la balanza comercial más positiva de todos los sectores industriales de la economía española. Además, los servicios ecosistémicos asociados al regadío trascienden la producción de alimentos, abarcando aspectos como la regulación de la calidad del suelo y del agua, el secuestro de carbono, el fomento de la biodiversidad, la provisión de servicios culturales, la mejora del paisaje y el mantenimiento de la vida rural. Por contra, el regadío emplea cerca del 80% de los recursos hídricos disponibles, situándose en el centro de conflictos territoriales y ambientales. Asimismo, la adopción de prácticas agrícolas inadecuadas puede conllevar un considerable impacto medioambiental, convirtiendo al regadío en una fuente potencial de contaminación difusa en aguas superficiales y subterráneas, especialmente por el uso de fertilizantes y productos fitosanitarios.

Conforme a las conclusiones del XXXIX Congreso Nacional de Riegos, celebrado en octubre de 2023, la agricultura de regadío en España se enfrenta a grandes retos: (i) el cambio climático y las sequias, cuya afección al sector se ha intensificado en las últimas décadas; (ii) unos requerimientos de producción y calidad cada vez mayores; (iii) unas expectativas de menor disponibilidad de agua; (iv) un permanente incremento del coste unitario de los insumos, que no siempre pueden trasladarse al precio final en origen; y (v) la competencia en un mercado global con distintas reglas sociales, ambientales y arancelarias. Estos factores, en conjunto, están afectando directamente el precio de los alimentos y, en consecuencia, la capacidad adquisitiva de los consumidores.

Un instrumento clave para hacer frente a estos desafíos es la planificación hidrológica. Pese a ello, el último ciclo de planificación generó controversia, especialmente en el levante español. Con la publicación en el BOE del Real Decreto 35/2023, se aprueba la revisión de diversos planes hidrológicos, entre ellos los de las demarcaciones del Segura y la parte española del Tajo. Esta revisión ha dado lugar a una significativa reducción del Trasvase Tajo-Segura, debido a la fijación de caudales ecológicos en el río Tajo superiores a los mínimos establecidos por la Ley 52/1980. El Plan Hidrológico del Segura advierte que, dadas las consecuencias, el escenario derivado de la aplicación de dichos caudales ecológicos podría suponer un coste desproporcionado en términos económicos, sociales y ambientales para esta demarcación.

Ante este panorama, el regadío español se encuentra inmerso en un proceso de evolución adaptativa. Durante décadas se ha avanzado en su modernización, en la incorporación de recursos hídricos no convencionales (reutilización y la desalación), la implementación de actuaciones para reducir el consumo de agua y energía, el uso de energías renovables, la digitalización y la adopción de nuevas tecnologías. Estos cambios han permitido aumentar la eficiencia en el uso del agua, reducir las extracciones y optimizar la aplicación de fertilizantes, lo que se traduce en una reducción de su impacto medioambiental en las masas de agua.

Innovación y adaptación en la gestión del regadío: el caso de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena

En este contexto, la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena (CRCC) se ha consolidado como un referente nacional e internacional, tanto en el uso de recursos hídricos no convencionales como en la implementación de tecnologías de última generación para la gestión del agua. Su regadío aporta un valor añadido bruto de casi 2.800 millones de euros anuales y emplea a alrededor de 47.400 trabajadores a tiempo completo, representando el 37% del PIB de la comarca. Sin embargo, la CRCC debe afrontar retos significativos, como la reducción del Trasvase Tajo-Segura y la problemática medioambiental asociada al Mar Menor.

La gestión integrada de las diferentes fuentes de agua es un pilar fundamental en esta comunidad de regantes. A través de la explotación conjunta de las aguas del trasvase, las regeneradas y las desaladas, que se mezclan en el Canal Principal del Campo de Cartagena, se optimiza el aprovechamiento de las aguas subterráneas y de las regeneradas procedentes de las EDARs (Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales) de costa, que dadas sus altas conductividades eléctricas no son aptas para su uso directo en regadío. La integración de estos caudales evita que estas aguas subterráneas y regeneradas, que de otra forma alcanzarían el Mar Menor, puedan generar daños medioambientales.

El proceso principal de modernización de la CRCC, realizado entre 1996 y 2010 con una inversión total de 34 millones de euros, se ha continuado mediante el desarrollo de aplicaciones web y móviles. Este avance tecnológico ha permitido un control exhaustivo del agua utilizado por cada regante, posibilitando la gestión remota de los riegos. El sistema de gestión de la CRCC integra diversas unidades hardware/software que se comunican a través de una red de bases de datos y aplicaciones. Entre las principales herramientas se destacan: CENTUR (censo y gestión del riego), QGis (edición GIS), iFIX (control SCADA), BASE (gestión contable), aplicaciones Web (Aplicación de la gestión y distribución del agua, Aplicación celadores, Aplicación Gestión de Incidencias, WikiCRCC y WebGIS) y las aplicaciones para móviles.

Como resultado destacable, señalar que la eficiencia de distribución es muy alta en esta comunidad de regantes, superando el valor medio del 96% para el periodo 2002-03/2023-24, estos valores implican un funcionamiento excelente del sistema de distribución. Por otro lado, la instalación de conductímetros en la red de distribución permite monitorizar en tiempo real la conductividad eléctrica del agua de riego, asegurando la calidad óptima en los suministros.

Energías renovables y proyectos de agricultura de precisión

La apuesta por las energías renovables es otro de los pilares sobre los que se sustenta la modernización del regadío en el Campo de Cartagena. En este sentido, destaca la reciente instalación fotovoltaica flotante en la balsa de la Trinchera, financiado por la Unión Europea a través del programa Next Generation UE, con una cubierta compuesta por 2.340 paneles, que generan una potencia pico de 1.287 kWp. La inversión total ascendió a 1.460.351,96 €, de los cuales la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca de la Región de Murcia contribuyó con una ayuda de 569.598,69 €. Este proyecto no solo contribuye a reducir la dependencia energética de la CRCC, sino que también reduce la huella de carbono asociada a la distribución del agua.

A nivel parcela, se han desarrollado actuaciones orientadas a la agricultura de precisión, destacando:

  • Tecnologías de agricultura de precisión y control del acuífero. Este proyecto del gobierno regional, finalizado en septiembre de 2022, sobresale porque mediante 1.013 sondas distribuidas en 503 puntos monitoriza la humedad del suelo. Esta iniciativa favorece un aprovechamiento más eficiente del agua y de los fertilizantes, minimizando a la mínima expresión los lixiviados.
  • Fertirrigación sostenible. Desde 2021, la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), en colaboración con la CRCC, ha implantado una plataforma informatizada para la gestión sostenible de la fertirrigación. Este sistema, que integra datos de diversos indicadores del estado hídrico del sistema suelo-planta-atmósfera, se complementa con imágenes multiespectrales para evaluar el desarrollo y estado hídrico de los cultivos.
  • Recomendaciones de riego. Disponibles en la web de la CRCC, estas recomendaciones se fundamentan en herramientas como la Calculadora de Nitrógeno de la administración regional, el Sistema de Información Agrario de Murcia, en las recomendaciones de la UPCT de riego por cultivos y zonas de la CRCC (basadas en los datos de las parcelas demostrativas), y en un módulo específico de teledetección en el visor web del sistema de información geográfica (WebGIS). Además, se difunden videos divulgativos y cursos que promueven buenas prácticas agrícolas.

Conclusión

El análisis del regadío en el Campo de Cartagena y, en extensión, en otras zonas regables del país, revela un sector en plena transformación. La conjunción de escasez hídrica, presiones medioambientales y la necesidad de competir en un mercado global exige respuestas innovadoras y coordinadas. La integración de diversas fuentes de agua, la modernización de infraestructuras y la apuesta decidida por la tecnología y las energías renovables emergen como las claves para garantizar la sostenibilidad y resiliencia del regadío en el futuro. Solo a través de un enfoque holístico se podrá asegurar que el regadío siga siendo un elemento clave en la seguridad alimentaria y en el desarrollo sostenible de España.


Artículo publicado en la revista INDUSTRIAMBIENTE nº 58 de febrero de 2025

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