martes, 5 de enero de 2021

2021 un año clave para el Trasvase Tajo-Segura

Tras más de 40 años de funcionamiento el Acueducto Tajo-Segura tiene ante sí su mayor incertidumbre. Desde su creación ha generado una gran polémica entre sus detractores, siendo una infraestructura injustamente criticada, principalmente por motivaciones territoriales y medioambientales. En este sentido, destaca que en 2007 las Cortes de Castilla-La Mancha aprobaron por unanimidad, la reforma del Estatuto de Autonomía que ponía fecha de caducidad al Trasvase Tajo-Segura en 2015, finalmente esta reforma fue retirada y no salió adelante. Recientemente, en diciembre de 2020, cerca de medio centenar de entidades sociales, políticas, empresariales y sindicales de esta región firmaron el Acuerdo en Defensa del Agua de Castilla-La Mancha, donde se vuelve a poner en duda la continuidad de este trasvase.


La regionalización del agua es quizás el principal desafío al que se enfrenta el Trasvase Tajo-Segura. A pesar de que eReal Decreto Legislativo 1/2001 por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Aguas indica en su artículo 1 que “Las aguas continentales superficiales, así como las subterráneas renovables, integradas todas ellas en el ciclo hidrológico, constituyen un recurso unitario, subordinado al interés general, que forma parte del dominio público estatal como dominio público hidráulico”, la Administración no parece apostar por una planificación hidrológica nacional que armonice el acceso a los recursos hídricos en igualdad de condiciones a todos los españoles. Prueba de ello es que el Plan Hidrológico Nacional en vigor se aprobó mediante la Ley 10/2001, no parece lógico, teniendo en cuenta los retos a los que nos enfrentamos como el cambio climático, que la última modificación de esta ley fuera en 2005. Además en una entrevista en El País en julio 2018 a la actual Vicepresidenta cuarta del Gobierno y Ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico manifestaba que “algo extraordinario, como los trasvases, no se puede convertir en ordinario” y que “durante muchos años hemos tenido delante el mito del déficit hídrico, cuando en realidad no hay cuencas deficitarias ni excedentarias, porque cada cuenca tiene lo propio de cada una”.  En este sentido, no se puede olvidar que en España los trasvases juegan un papel trascendental en la gestión hídrica, actualmente estas infraestructuras garantizan el abastecimiento de grandes núcleos de población (Barcelona, Bilbao, Cádiz, Huelva, Murcia, ...) y zonas regables de gran productividad.

Este nuevo año 2021 es un año clave en el funcionamiento del Trasvase Tajo-Segura. En primer lugar por la propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de modificar sus actuales reglas de explotación. Esta reforma promovida por la Asociación de los Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía, genera incertidumbre y rechazo por parte de los usuarios, dado que se pretende cambiar una regla después de tan solo 6 años de su entrada en vigor, con la idea de volver a modificarla en un corto periodo de tiempo. Tal como se indica en la página 2 de LA NOTA TÉCNICA SOBRE LA PROPUESTA DE ACTUALIZACIÓN PARCIAL DE LA REGLA DE EXPLOTACIÓN DEL TRASVASE TAJO-SEGURA elaborado por el CEDEX: “Desde ese punto de vista, el momento indicado para la actualización completa de la regla sería el de la entrada en vigor del nuevo plan hidrológico del Tajo”. Según varios juristas, desde el plano estrictamente jurídico la modificación sería nula de pleno derecho por ser en este momento arbitraria, y por ir en contra de los principios de seguridad jurídica, confianza legítima, eficacia y eficiencia, necesidad, y no resulta racional ni razonable, por cuanto que, no se basa en los datos reales que deberá ofrecer la nueva planificación hidrológica en el próximo año. Desde un punto de vista técnico la nueva norma resulta ineficaz, dado que no logra proporcionar más recursos, y va a provocar una reducción de los volúmenes trasvasables en los años considerados como muy buenos de hasta un 32 % para el regadío. Se incrementarán las pérdidas anuales por evaporación del agua almacenada en los embalses de la Cabecera del Tajo en 13 hm3 (el máximo mensual trasvasable para regadío en Nivel 3 es de 12,5 hm3), volumen que será recortado del Trasvase Tajo-Segura, y que agravará el déficit hídrico de la Cuenca del Segura.

El gran reto al que se enfrenta este año el Trasvase Tajo-Segura sería pasar de un caudal mínimo legal (Ley 52/1980) de 6 m3/s en Aranjuez, de 10 m3/s en Toledo y Talavera, a los caudales ecológicos mínimos propuestos en el EPTI del Tajo de 8,52 m3/s en Aranjuez, 17,00 m3/s en Toledo y 17,80 m3/s en Talavera. Valores muy superiores a los indicados en los trabajos realizados para caracterizar los caudales ecológicos mínimos en el tramo Aranjuez-Talavera de la Reina en el río Tajo y su posible afección como consecuencia del cambio climático elaborados por el Catedrático Luis Garrote de la Universidad Politécnica de Madrid y el biólogo Dr. Fernando José Mariño. De cuyas conclusiones finales se destaca: “En nuestra opinión, no existen motivos para modificar el valor de caudal mínimo de 6 m3/s que se aplica actualmente en el tramo Bolarque-Aranjuez por disposición legal…. La cifra de 6 m3/s es muy superior a los valores obtenidos con los métodos de simulación de hábitat, que son los establecidos por la Instrucción de Planificación Hidrológica para las masas de agua muy alteradas hidrológicamente”. Además, se debe resaltar que los actuales caudales mínimos legales son garantizados en exceso de manera artificial en muchos periodos por los embalses de Entrepeñas y Buendía, dado que de manera natural no se darían. Y tal como recoge el Plan Hidrológico de la parte española de la Demarcación Hidrográfica del Tajo 2015-2021 el estado de las masas de aguas que se podrían ver afectadas por el Trasvase en general se puede considerar como bueno. Si finalmente se aprobara este incremento injustificado de los caudales mínimos, el volumen trasvasado medio anual en origen se estima que se reduciría de 314 hm3 a unos de 234,5 hm3, un 39% del trasvase máximo permitido. Para regadío quedaría solo un volumen medio anual de 144,5 hm3, un 36 % de los 400 hm3 máximos previstos para este uso.

Por todo ello, no se considera justificado fomentar la regionalización del agua, modificar las actuales reglas de explotación, e incrementar los caudales mínimos establecidos actualmente. Haciéndose necesario que se impongan los criterios técnicos, en caso contrario se estaría poniendo en grave riesgo la estabilidad socioeconómica y medioambiental de los regadíos de Trasvase Tajo-Segura. A este respecto, indicar que: (i) un reciente informe de PriceWaterhouseCoopers (PwC) muestra que la actividad ligada al Trasvase Tajo-Segura supera los 3.000 millones de euros de aportación al PIB, con más de 106.500 puestos de trabajo; y (ii) según la investigación , presentada en el XXXVIII Congreso Nacional de Riegos de 2020 y realizada por los investigadores de la Universidad Politécnica de Cartagena,  sobre el balance de carbono de las zonas regables de este trasvase la progresiva sustitución de agua del Trasvase Tajo-Segura por agua marina desalinizada reduciría en un 30% la capacidad de ser sumidero de CO2 de estos regadíos.

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