La incorporación de agua marina desalinizada en las regiones áridas y semiáridas es una de las estrategias llevadas a cabo para hacer frente a la escasez de agua. La principal ventaja de la desalinización de agua marina es su condición de recurso hídrico inagotable y no sujeto a variaciones climáticas. Como principal inconveniente persiste el elevado consumo energético asociado a su producción, generando un coste del agua producto muy elevado y un nivel de emisiones de gases de efecto invernadero poco compatible con las políticas demandadas para el control del cambio climático.
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Una planta desalinizadora |