lunes, 13 de marzo de 2017

El incierto futuro de la reutilización del agua residual depurada

La reutilización del agua residual depurada es una acción clave en el marco de la gestión integrada de los recursos hídricos, siendo un elemento esencial del ciclo natural del agua. De hecho la Directiva Marco del Agua (2000/60/CEE) la contempla como medida para solucionar los problemas relacionados con la escasez de agua. La reutilización es muy valiosa para la agricultura de regadío, dado que garantiza el agua de forma continua y mejora el reciclaje de nutrientes. No obstante, el uso de agua residual depurada no está exenta de riesgos, tanto en lo referente a su posible falta de idoneidad agronómica para riego; como por cuestiones sanitarias, debido a la posible presencia de microorganismos patógenos en el agua reutilizada; y medioambientales, por la posible presencia de agentes biológicos, metales pesados, y diversos compuestos orgánicos que son capaces de producir efectos perjudiciales a largo plazo.
Por todo ello, el empleo de aguas residuales depuradas para riego de cultivos destinados al consumo humano ha suscitado mucha preocupación a los consumidores, a las autoridades sanitarias y medioambientales. Pero por otro lado se debe tener en cuenta, de acuerdo con el Catedrático Joaquín Melgarejo que “la regeneración y reutilización planificada del agua para los distintos usos es una estrategia que ha ido ganando aceptación en muchas partes del mundo, que conecta directamente con el nuevo paradigma de la Economía Circular”.
En España, en diciembre de 2007 se promulgó el Real Decreto 1620/2007, que fue un importante paso en la regulación de la reutilización del agua, ya que aclara tanto las responsabilidades de las Administraciones Públicas como las de los concesionarios y los usuarios finales, estableciendo los usos permitidos y los criterios de calidad, de frecuencia mínima de muestreo, de punto de referencia para los métodos analíticos y de conformidad. En este sentido, hay que significar que la mayor preocupación de las comunidades de regantes es garantizar en todo momento la calidad desde un punto de vista sanitario del agua reutilizada distribuida a sus regantes, garantizando de este modo la seguridad sanitaria de los ciudadanos. Dado que un fallo en el control de la calidad del aguadepurada, además de la incidencia sobre la salud de las personas, puede afectar negativamente a todo el sector agrícola. Como ejemplo, recordar el brote de Escherichia Coli localizado en Alemania en mayo de 2011. Este brote en un principio se relacionó erróneamente con una partida de pepinos españoles, y ocasionó un importante efecto negativo sobre las exportaciones y los precios de todo tipo de cultivos españoles.
Se debe resaltar, que de acuerdo con Domingo Zarzo: "España es el primer país europeo en capacidad de reutilización y uno de los pocos que tienen una legislación propia que regula esta actividad". En este sentido, un gran referente nacional e internacional en reutilización es la Región de Murcia, donde de manera directa o indirecta se está reutilizando un 95% del agua tratada en sus EDARs, lo que supuso en 2015 unos 100 hm3. Todo esto se ha debido principalmente: (i) a una apuesta clara de los regantes y de la Administración por el uso de estos recursos no convencionales, con la concesión de ayudas por parte de la Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente para el aprovechamiento en regadío de las aguas residuales regeneradas procedentes EDARs; y (ii) todo este proceso se está llevando a cabo con una gran coordinación entre las comunidades de regantes y la ENTIDAD REGIONAL DE SANEAMIENTO Y DEPURACIÓN (ESAMUR), bajo la supervisión y vigilancia de la autoridad sanitaria, cumpliendo con lo exigido por el R.D. 1620/2007, con un estricto plan de gestión y programa de autocontrol. Además, en muchas comunidades de regantes los recursos procedentes de la reutilización, antes de ser distribuidos a sus regantes, se mezclan con otras fuentes de agua como las superficiales, subterráneas, trasvase y desalinización. También es importante reseñar que en la Región de Murcia el sistema de riego mayoritario es el localizado, con más de un 83%. Este es el método de riego considerado más adecuado para el uso del agua regenerada, debido a que el contacto del agua con el cultivo y las personas es mínimo.
Pero a pesar de todo lo expuesto, a la reutilización le espera un futuro incierto, dado que la nueva normativa europea la podría hacer inviable. Actualmente se está siguiendo con gran interés y preocupación las propuestas para la posible legislación europea sobre reutilización, cuyo objetivo teórico es crear un marco legislativo coherente y global dentro de la Unión Europea para conseguir una reutilización más generalizada de aguas residuales depuradas. Hay que indicar que la actual legislación española y la reutilización llevada a cabo en la Región de Murcia puede ser un gran referente en este sentido, dado que durante su funcionamiento de más de 9 años, ha demostrado ser lo suficientemente fiable para poder garantizar una reutilización adecuada desde un punto de vista sanitario. Pero desafortunadamente, desde los sectores implicados en la reutilización se está trasmitiendo que la nueva normativa europea podría no adaptarse a la realidad. Por lo que en vez de conseguir su objetivo de promover el uso de las aguas regeneradas para regadío, puede conseguir todo lo contrario:
  • La propuesta que se esta barajando es mucho más exigente que el R.D. 1620/2007. Hay que señalar que el R.D. 1620/2007 es mucho más estricto que la normativa actual para aguas de baño (que presentan menos barreras a un posible efecto sobre la salud de las personas). Dado que exige que la concentración de Escherichia COLI en el agua regenerada debe ser menor que 100 UFC/100 mL (para el riego de cultivos con sistema de aplicación del agua que permita el contacto directo del agua con las partes comestibles para alimentación humana en fresco), mientras que para las aguas de baño el R.D. 1341/2007 considera para agua continental una calidad excelente cuando la concentración de Escherichia COLI es menor de 500 UFC/100 mL y paraagua costera de transición estima una calidad excelente cuando es menor que 250 UFC/100 mL. 
  • Se podría dar la paradoja que las aguas superficiales que se emplean para riego como las procedentes de la Cuenca del Segura o del Trasvase Tajo-Segura, no cumplirían con la calidad sanitaria exigida por la nueva normativa. Por tanto según esta posible normativa no serían aptas para riego. Incluso cuando se mezclaran estas aguas con aguas procedentes de la reutilización, estaríamos contaminando estas últimas. Estos casos que se podrían dar, si se aprobara lo indicado, serían totalmente incomprensibles.
A modo de conclusión, indicar que endurecer los parámetros no es inocuo e incluso puede hacer inviable continuar con la reutilización. Dado que sería imposible poder cumplir con la normativa, por exigir una calidad sanitaria muy superior a las aguas convencionales empleadas para riego. Además reducir el nivel de patógenos admisible hasta límites muy bajos implicará un incremento muy significativo en la EDARs en consumo energético (con el consiguiente efecto sobre el cambio climático) o en reactivos (con la posible formación de compuestos tóxicos), por lo que hay que evaluar si está justificado tomar esas medidas considerándolas a nivel global. Por ello, aunque por supuesto siempre se debe anteponer la seguridad sanitaria de los ciudadanos, no se debe abusar del principio de precaución y abandonar algo tan importante como es el sentido común.

AGRADECIMIENTOS: Este post no hubiera sido posible sin la colaboración totalmente desinteresada de un gran experto en la materia: Don Pedro Simón Andreu. Director Técnico de ESAMUR. A quien agradezco públicamente su asesoramiento y dedicación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario